Muertes maternas se reducen en Sonora
Algunas de las señales de alarma que pueden indicar riesgo de muerte materna durante el embarazo son dolores de cabeza, la escucha de zumbidos, mareos, la aparición de luces en el campo de visión, fiebre o sangrado.
Este año, la Secretaría de Salud Pública del estado ha registrado 3 muertes maternas en Sonora; con ello, la incidencia de este tipo de defunción en el estado se ha reducido a la mitad tras el primer trimestre del presente año. Al tiempo, estos resultados colocan a la entidad fuera de las regiones con mayor presencia de la problemática.
Las muertes maternas, de acuerdo con la autoridad estatal, se dividen en dos clasificaciones: aquellas que ocurren durante el embarazo o hasta 42 días después del mismo y aquellas que se produjeron por causas obstétricas después de los 42 días, pero antes del 2 año luego del fin del embarazo.
En el primero de los casos, la autoridad de salud, a través de la Unidad Detectora de Urgencias Epidemiológicas identificó 4 fallecimientos. En la segunda de las clasificaciones, la de las muertes tardías, la estadística oficial del año pasado contempló 2 incidencias.
Este año, en contraste, se han dado a conocer 2 casos de muertes maternas ocurridas dentro de los 42 días posteriores al parto, mientras que no se tiene registro de ninguna muerte tardía. A diferencia de 2023, cabe mencionar, esta vez se incluye el fallecimiento de una mujer con residencia de otro estado de la república.
Los tres casos en que la mujer perdió la vida luego de su parto, y cuya causa se relacionó con el mismo se dividieron en 2 instituciones: una de ellas se suscitó en instalaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social, mientras que las dos restantes en establecimientos de la Secretaría de Salud.
Signos de alarma
Algunas de las señales de alarma que pueden indicar riesgo de muerte materna durante el embarazo, de acuerdo con la autoridad estatal, son dolores de cabeza, la escucha de zumbidos, mareos, la aparición de luces en el campo de visión, fiebre o sangrado.
A estas se añaden la inmovilidad del bebé en el vientre, la dilación del trabajo de parto por más de 12 horas, la presencia de ataques o convulsiones, la aparición de contracciones en fechas previas a la fecha probable de parto y molestias o dolor al orinar.